El verano ya se ha ido de nuevo y eso quiere decir que el otoño ya entra otra vez en nuestras vidas. Quizá venga cálido y seco, pero lo normal es que las temperaturas se vayan suavizando, lo que supone que hay que hacer un esfuerzo para crear un entorno laboral óptimo. Es el momento de poner a punto el sistema de calefacción para que ofrezca el máximo rendimiento cuando sea necesario utilizarlo. ¿Sabes cómo hacerlo? Hay algunos pasos a seguir que seguro que ayudan a conseguir una gran eficiencia en el momento en el que tenga que funcionar. ¿Quieres conocerlos? Desde AMV Clima te damos información sobre cómo hay que actuar. 

¡Es hora de que trabajes en tu sistema de calefacción!

  1. Realiza una inspección: Antes de probar el sistema de calefacción, lo primero que hay que llevar a cabo es una inspección. Esta debe tener el objetivo de comprobar que todo está bien o que existen algunos defectos que hay que solucionar, de cara a evitar problemas posteriores. Lo ideal es comenzar por los elementos y piezas exteriores y, más adelante, habrá que chequear los cables y las conexiones del interior. En esta inspección es clave detectar si existe algún tipo de fuga o rotura que vaya a comprometer el funcionamiento del equipo.  
  2. Limpieza: Como siempre, la suciedad se acumula en los sitios más comprometidos, especialmente en los de un sistema de calefacción que ha estado varios meses sin funcionar. No estamos hablando de los residuos que se ven a simple vista, sino de los que se encuentran en el interior y que pueden afectar a elementos como los filtros o la bomba de calor. Si no se limpia, es probable que sufra obstrucciones o se estropee de manera definitiva. 
  3. Chequea los termostatos: Es básico dentro de un sistema de calefacción, ya que son los encargados de programar la temperatura adecuada. Por eso, debes probarlos antes de que den algún fallo. No caigas en el error de dejarlos siempre en la misma temperatura durante la prueba e inténtalo con diferentes grados para comprobar que trabajan con absoluta normalidad. Las necesidades cambian y un termostato que no responde hará que el espacio laboral sea más incómodo y menos sano. 
  4. Chequea los niveles de combustible: En función del sistema de calefacción que exista en el trabajo, habrá que asegurarse de que cuenta con la suficiente calidad de combustible para ofrecer el servicio que se espera del mismo. Es algo muy fácil de solucionar. 

Estos son algunos puntos básicos que te ayudarán a poner a punto el equipo. Una vez dicho esto, comprueba que existe una buena ventilación para que el aire que circula sea bueno para la salud, estando libre de gases. ¡Tenemos todo en generadores de calor!